Las revistas o libros de cómics, productos editoriales impresos a veces considerados prescindibles o mero producto pasajero de entretención, son, para quienes los crean, un verdadero parto, a veces hasta con fórceps.

Desde la idea inicial hasta llegar al objeto que debe ser distribuido y, ojalá, consumido masivamente, hay muchas realidades y eso trataremos. Aclaro a priori que los procesos de edición de cómics de las grandes transnacionales serán dejados de lado en este texto (me refiero a esas editoriales que hacen hasta películas e incontables artículos de merchandising de sus cómics).

Muchos factores regulan el nacimiento y proyección de un cómic en el mundo editorial.

Génesis editorial

Si bien es posible evitar la intermediación de un editor, para una entidad nacional o internacional competente al momento de producir una publicación de cómics (me refiero a la autoedición propia del mundo del fanzine o prozine), lo común a la hora de editar una publicación de cómics es proponer una idea, con el trabajo muy avanzado o ya terminado, o bien que la editorial solicite una obra acorde a sus intereses y propuestas o de algún cliente.

Al momento del inicio de esta cadena de trabajo no podemos quedarnos en un  proceso absoluto, por lo que indicaré algunas de las realidades que se viven.

Siempre que quiera el autor de cómics evitar el buscar editorial para su obra, queda la opción de auto editarse, generar el cómic o publicación de cómics de manera artesanal.

Golpeando puertas

  1. Tenemos al autor integral que golpea puertas con sus historieta terminada. Con suerte podrá lograr el apoyo de una editorial, no sin antes que su trabajo sea o no retocado por quienes se harán cargo de los procesos técnicos y de mercadotecnia para lanzarlo al mercado. Si la obra tiene significado universal, podría interesar incluso a editoriales foráneas y traducirse a varias lenguas.
Emil Ferris se dedicó a dibujar en un cuaderno personalísimas historias, merecedoras de tres premios Eisner cuando apenas debutaba en este medio.

Todos para uno y…

2. Está el equipo de trabajo, guionista y dibujante, que proponen una obra como en el caso anterior. Le queda al guionista dar con un artista que sepa plasmar sus ideas y textos en páginas que cautiven a los editores y, por ende, a los potenciales lectores ¡Roguemos no exista una lucha de egos mientras el cómic se desarrolla!

Cuando hay buena comunicación se logran buenas obras, una historieta inspirada en la historia, donde los protagonistas son conocidos por gran cantidad de potenciales lectores. Los Años de Allende es una obra surgida de la genial dupla compuesta por Carlos Reyes, guionista, y Rodrigo Elgueta, dibujante, ambos chilenos.

Nadie es profeta en su tierra

3. El mercado local es poca cosa y el autor emigra. En su camino estará repetir “el puerta a puerta” local y cautivar con su talento a la editorial o editoriales de su nuevo lugar de residencia. Sin embargo, ahora no es tan necesario cruzar físicamente fronteras, ya que existen medios digitales que nos ponen a un clic del resto del mundo.

Félix Vega prueba suerte en Europa y con una historia, de la que sólo había publicado una entrega en Chile, logra que una importante editorial española le publique la saga completa.

Atrapados en la web

4. Los medios digitales son una vitrina al mundo, prácticamente gratuita. Con miles de fans que aclamen la genialidad y productividad del autor, una poderosa editorial rápidamente endosará a este creativo  y su obra, no sin antes pedir su exclusividad para un par de publicaciones más.

Si los comics publicados en la web empiezan a tener muchos lectores pronto podría llamar la atención de algún editor y desde el sitio web compartido.

Que nada es gratis

5. La editorial le ofrece al autor una mano, pero debe pagarle… sí, pagarle… y con su cuota de obra impresa va por el mundo, hasta que este autor debe comprarle más ejemplares. No olvidar que para lanzamientos deberá estar ahí firmando y sonriendo. Bueno, en el caso de que sea al revés y la editorial pague al autor, también deberá este ir de feria en feria promocionando su trabajo. Pero ahí la sonrisa será con más ganas.

Visuales es una editorial que ha dado buen trato a sus autores. Ya con obras inéditas o recopilando material, desde la web u otros medios impresos e incluso otras editoriales no tan amigables con los creadores.

Yo pago mis impuestos

6. El estado ofrece fondos para publicar, pero debes concursar. El autor o los autores logran los fondos y serán ellos o una editorial, previo compromiso formal exigido en las bases, quienes se preocupen de poner de forma impresa y en lugares varios la obra que llevará el sello estatal. La revista o libro de cómics bien puede ser para obsequiar o venderse y así financiar una nueva edición o continuación, situación que a veces piden las bases de esos concursos.

Algunos ejemplos de publicaciones de comics o historietas que fueron financiadas por el Estado Chileno a través de Fondos Concursables. Una, Rokunga, en edición de lujo como muchos llaman, al ser de lomo encolado, tapa de cartoné y a todo color. La otra, Super Vaca, es una revista de grapas o corcheteada, con interior en blanco y negro y de menor formato que la primera.

Rokunda y Súper Vaca, obras financiadas por el estado chileno.

La diferencia crucial entre ambas, sin embargo, es el precio final cuando se comercializan estas revistas, resultando la primera muy onerosa respecto de la segunda que, incluso, puede hasta regalarse, si el autor lo estima conveniente, sobre todo al no haber una editorial de por medio, como ocurrió en con la primera revista mencionada.
Convengamos en que el motivo de financiar estas publicaciones es fomentar la lectura pero muchas veces resultan publicaciones “de lujo” que no están al alcance de todos.

COROLARIO

Estas han sido algunas de las situaciones que se viven en el mundo editorial actualmente para lograr una publicación de cómics. Y pueden combinarse, obvio. Ahora, dentro de la editorial hay muchas manos que intervienen en el producto final. Está el editor que revisa la obra y consigue al resto del equipo, como el diseñador del libro o revista, los administrativos que consiguen los códigos ISBN y coordinan la cadena de distribución en librerías o tiendas, más los que deben conseguir la publicidad en otros medios y la participación en ferias. Qué decir de las imprentas idóneas para obtener productos de calidad, pues cuántas veces los lomos encolados tienen mal acabado y el cómic, originalmente un producto de consumo masivo, hoy es claramente un objeto de lujo.

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