La miniserie Batman: Three Jokers (DC Comics, 2020), de Geoff Johns (guion), Jason Fabok (ilustraciones) y Brad Anderson (colores), logra una hazaña cada vez más difícil para un personaje con más de 70 años, ya que se innova el enfoque del Joker, sus motivaciones, su relación con el murciélago y la forma como los dos personajes se relacionan y ven el mundo que los rodea.

En un análisis cuidadoso, sin spoilers, el cómic nos muestra una premisa atrevida: ¿será que todo este tiempo solo hubo un Joker? A partir de este se presentan al lector 3 Jokers: el comediante, el payaso y el criminal. Al hacerlo, Johns capta los matices que se le dieron al payaso del crimen en sus 70 años de existencia y les da materialidad a 3 personajes diferentes, con lo que se resuelve el porqué de tantos cambios de personalidad en el criminal, aunque esto debería ser algo normal, ya que es un psicópata.

Pero el gran encanto de la historia es la forma de afrontar el crimen y sus consecuencias, evitando la simplificación y banalización de la relación superficial entre el “bien” y el “mal”, en que el guionista da profundidad al asesino de los padres de Batman. En cuanto al personaje, crea contexto y narrativa para la acción que lleva a la creación del hombre murciélago. Al explotar la violencia de la ciudad contra el criminal y la opresión social de las desigualdades en ellas contenidas lo hace sin justificar ni “glamorizar” el crimen, pero muestra que el mundo y la sociedad son más grises hoy de lo que parecía en el momento que se crearon estos cómics.

Imágenes del cómic Batman: Three Jokers.

El verdadero rostro de los criminales

Cuando el criminal callejero Joe Chill asesinó a Martha y Thomas Wayne, ¿lo hizo solo en busca de las joyas? ¿La violencia que practica no tiene contexto? ¿No fue también víctima de una ciudad violenta y desigual como Gotham? Esto se explora aquí de manera sublime, mostrando a un Chill angustiado por tales desigualdades, que intenta expropiar a los que tienen riquezas robándoles, y todas las consecuencias y errores de su acto contra los padres del futuro Batman.

Este conflicto consigo mismo se extiende al resto de personajes de la historia, donde Jason Todd (Red Hood) tiene que enfrentarse a su supuesto “asesino” (en el cómic The Death in the Family, 1988) y Barbara Gordon (Batgirl) con la versión de Joker que casi la deja lisiada (en The Killing Joke, 1988). Batman, Batgirl y Red Hood logran presentarse al lector con más humanidad, complejidad y realismo de lo habitual, incluso en las relaciones entre los héroes, son personajes más plenos, en los que el dolor está presente, y Gotham se encarga de todo eso. Así se destaca en Batman: Three Jokers, el lector también degusta aquí un cómic con un rasgo realista, muy cercano al clásico de Brian Bolland en The Killing Joke.

Gotham, la ciudad del crimen

Gotham acaba siendo un personaje central de la trama, una ciudad excluyente en el concepto pleno del término, con sus agudas exploraciones y contradicciones, presente en el crimen y en la segregación social y política y con su alta corrupción, que es parte fundamental de Gotham y está en la política, en la policía y en una parte razonable de las élites de la metrópoli. Enfrentando el crimen en las calles contra los matones más comunes que buscan dinero para comer y alimentar a sus familias, no resuelve estas contradicciones, y Batman se ha dado cuenta de esto a lo largo de los años.

El cómic concluye con la búsqueda de una versión más moderna del personaje Joker, esto lo hace por iniciativa propia, quien entiende que es necesario moldear un Joker para el mundo actual, cuestionando una vez más cuántas versiones del personaje existían. Si solo hay uno detrás de eso, o si siempre han sido 3.

Las tres caras del Joker.

La certeza que queda es que Gotham es despiadada, practicó violencia de clase social, económica, política y afines con todos los personajes, el propio Joker se engendró en esta, hijo de la violencia de una sociedad que no incluye, no apoya, no dialoga con su periferia, y es impulsado por una élite corrupta y cínica.

Para aquellos que son lectores de Batman desde hace mucho tiempo, les sugiero que recuerden que los mayores criminales en los cómics del héroe nunca fueron pingüinos, cocodrilos, payasos ni títeres de ventrílocuos, la ciudad está marcada por pandillas, tiene su mafia en una chaqueta, sin poderes, y la locura, y esto tiene sus raíces en la política local y la forma como la sociedad se organiza allí. De hecho, Gotham es solo una ciudad que refleja toda la violencia de sus poderosos, quienes lo son por haberse enriquecido y operado ilícitamente, mediante la corrupción y la opresión de clases en una típica gran ciudad desigual.

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Thiago Modenesi es licenciado en derecho, historiador y pedagogo, con postgrados en ciencias políticas, educación moderna y enseñanza de la historia, maestría y doctorado en Educación. Profesor Universitario, editor de Quadriculando Editorial en Brasil y organizador de la colección de libros Quadrinhos & Educação (Cómics & Educación), también en Brasil.

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