Desde siempre, el hombre, en el difícil acto de la supervivencia, ha requerido de ayuda, ya sea del medio o de sus pares, y con el fin de lograrlo ha necesitado comunicarse. El lenguaje hablado ha evolucionado al igual que su representación pictórica. Esos dibujos parecidos a los elementos de que hablaban llegaron a ser formas abstractas para explicar lo mismo en forma paralela. El dibujo se convirtió en una captura del mundo y nos ha acompañado desde nuestro origen.

Hace más de 15.000 años el hombre se valió de imágenes para contar historias o bien propiciarlas a modo de ruegos o manejo de la realidad.

 

CERTIFICADO DE NACIMIENTO

La historieta o cómic, un lenguaje de imágenes, ha estado presente desde la génesis de las civilizaciones, y ha alcanzado diversos niveles de expresividad, tanto en Oriente, como Occidente. Sin embargo, se ha llegado a un “acuerdo” entre los entendidos de que, oficialmente, el cómic o historieta surge un 25 de octubre de 1896, en los Estados Unidos, lo cual ha generado siempre polémica por tal reclamo de paternidad.

Por la inclusión, en una de las apariciones del personaje Yellow Kid, del globo de texto en 1896, se llegó, muchos años más tarde, al polémico acuerdo de que ese era el nacimiento del cómic. Esto sucedía en periódico de los Estados Unidos, sin embargo, en Europa, la historieta ya tenía su tradición.

Fragmento de “Yellow Kid”.

En Europa, durante el siglo XIX, antes del auge de las tiras cómicas o páginas de comics en la prensa norteamericana, Rodolphe Topffer se lucía con sus historietas. Su obra y legado han sido rescatados por importantes instituciones y estudiosos del Noveno Arte.

Historietas de Rodolphe Topffer.

PATERNIDAD COMPARTIDA

Desde el siglo XIX, en todo el mundo ─y esto se debe tener presente para entender el debate en torno a la progenitura norteamericana─ se ha venido consolidando la historieta como un medio de infinitas posibilidades, sujeto a juicios de valor por su finalidad y repercusión en el medio, juicio que surge al considerar al cómic o historieta como subproducto bastardo, procreado por la suma de la literatura y lo gráfico, además de su alcance masivo (como si la receptividad general devaluara la obra).

A comienzos del siglo XX ya había historietas en Oriente, acá un ejemplo japonés, manga como le llaman allá, del autor Kitazawa Rakuten.

 

DEFINICIÓN DEL CÓMIC

Al cómic o historieta se le ha querido encontrar  una definición concluyente. Por ahora diremos que el cómic se compone de ilustraciones yuxtapuestas y otras imágenes (como dibujos, fotografías, collages, relieves, imágenes digitales, etc.), en secuencia deliberada, con el propósito de transmitir información, de acuerdo a las convenciones o elementos de este  medio, para obtener una respuesta estética del  lector, tras la comprensión de los códigos usados.

En palabras más simples, el cómic es en principio un arte secuencial, narrativa gráfica, una forma de comunicarse, un lenguaje donde la iconografía visual es el vocabulario y la ilación de estos iconos su gramática.

Bien prescindiendo de textos o solo usándolos de referencia más que diálogos, un cómic puede narrarse sin que los personajes exclamen algo, como se hizo clásico en Henry.

 

ICONOGRAFÍA VISUAL

Se refiere a cualquier imagen utilizada para representar a una persona, lugar, cosa o idea, por  lo que tenemos dentro de los iconos a los símbolos, que son una categoría de aquellos, los cuales representan conceptos, ideas y filosofías, sin tener que parecerse a algo en particular. Por ejemplo, el símbolo de la paz usado por los hippies.

Dentro de la esfera práctica tenemos los iconos del lenguaje, la ciencia y la comunicación. Por ejemplo, el sistema alfanumérico. También están las llamadas metonimias y metáforas visuales, pero eso lo veremos más adelante.

Por otro lado, los dibujos, imágenes concebidas para parecerse a los motivos que representan, también son iconos, donde el significado es fluido y maleable, conforme  con su apariencia o parecido con los elementos de la vida real, a partir de las posibilidades que da el amplio espectro posible entre lo que llamamos dibujo analítico y el dibujo caricaturesco e incluso abstracto.

Iconos y símbolos, abstracciones que el uso frecuente normaliza y resumen ideas y conceptos automáticamente.

ILACIÓN

Es el fenómeno de ver las partes, pero percibir el todo, completando mentalmente  lo que está incompleto, basándonos en la experiencia visual. Es lo que sugiere el cambio, el tiempo y el movimiento, pues es un fenómeno que obliga al lector a participar, a ser cómplice, para dar continuidad entre las viñetas, lo que estas muestran y no muestran, lo cual da el dinamismo y la lógica a la lectura del cómic.

Scott McCloud, auto caricaturizado en esta imagen, es uno de los grandes investigadores sobre el tema de cómo funciona el lenguaje del cómic.

UN ARTE EN EVOLUCIÓN

Si unimos y simplificamos estas grandes acepciones, el cómic consiste en otra forma de contar una historia. En la actualidad, las tendencias orientales y occidentales se han dado la mano al respecto. El academicismo propio del cómic americano y europeo, en boga en el último siglo, toman prestados elementos enriquecedores del ya popular manga ─cómic japonés─ en un tiempo en que las series de dibujos animados y los videojuegos influyen en jóvenes y no tan jóvenes. Debemos decir que todas las temáticas han sido abordadas por este lenguaje desde comienzos de su historia oficial y en los más variados estilos. Los soportes han variado, ya que de frisos, grabados e impresos se ha pasado al formato digital. Surge así la pregunta: ¿cuál es el futuro del cómic? Sólo los creativos y el lector tendrán la última palabra en medio de este dinámico y efímero presente.

La prensa popularizó al noveno arte, pero hoy con suerte un periódico alberga una tira cómica, y es en Internet donde se promueven las publicaciones impresas, pero la premisa es la misma, imágenes que cuenten una historia.
Artículo anteriorReseñas de la semana: Shingeki no Kyojin, The chilling adventures of Sabrina y One Piece
Artículo siguienteCuriosidades de Kimetsu No Yaiba
Cristián Díaz es un autor y divulgador de la historieta chilena con publicaciones en ámbitos internacionales. Se formó en la Universidad de Valparaíso y ha actuado como difusor de la historieta chilena, colaborando en eventos y en diferentes medios de comunicación para reactivar el reconocimiento sobre el cómic autóctono, aportando estudios para editores nacionales y extranjeros. También ha sido el creador de personajes como Capitán Chile y Atilio Max y ha participado en diversas revistas y fanzines como ilustrador (como The Bronze Gazette). Su personaje de Capitán Chile sería la mascota oficial del festival Concomics, evento que se desarrolló desde el 2001 a 2016 en Valparaíso y en San Antonio. También ese personaje protagonizó el primer cruce latinoamericano de héroes, junto con el Chispa argentino, y sería incluido en el gran crossover de Dave Ryan War of the Independents en los Estados Unidos.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí